Libro: En el futuro, perspectivas para la humanidad, Martin Rees, resumen

Libro: En el futuro, perspectivas para la humanidad, Martin Rees, resumen

Autor: Martin Rees

En el futuro, de Martin Rees, explora las perspectivas para la humanidad, cuya prosperidad depende de la sabiduría en el uso de la ciencia y la tecnología.

Es imposible demostrar por qué determinadas cosas no podrían destruirnos absolutamente y acabar con la historia humana – H. G. Wells

1.- De lleno en el Antropoceno

Martin Rees plantea las amenazas nucleares y ecológicas del cambio climático con sus puntos de inflexión de energía limpia y un plan B. Destacando las transformaciones sin precedentes y el estrés que ejercen sobre el ambiente global.

Si las acciones humanas conducen a extinciones en masa, es el pecado que menos nos perdonarán las generaciones futuras – E. O. Wilson

2.- El futuro de la humanidad en la Tierra

El futuro de la especie depende del uso de biotecnología, cibertecnología, robótica, Inteligencia artificial a nivel humano y su impacto sobre el trabajo más allá del sistema solar con vuelos espaciales en una era poshumana.

Martin Rees plantea avances científicos que podemos esperar en las décadas que se avecinan y se destaca los beneficios, dilemas éticos y el riesgo de disrupción o incluso de catástrofe.

Si un león pudiera hablar, no lo entenderíamos – Ludwig Wittgenstein

3.- La humanidad en una perspectiva cósmica

Mientras este planeta ha ido girando según la ley constante de la gravitación, a partir de un comienzo tan sencillo se desarrollaron y están evolucionando infinitas formas, cada vez más bellas y maravillosas – Charles Darwin, El origen de las especies

En el futuro exploraba los horizontes más amplios del espacio y el tiempo, y especula sobre los ámbitos situados mucho más allá de nuestro planeta y sobre las perspectivas de un Futuro poshumano.

4.- Los límites y el futuro de la ciencia

En el futuro valora las posibilidades de comprendernos, a nosotros y al mundo, más profundamente: qué podemos aprender y qué puede que esté para siempre más allá de nuestro alcance.

Las campanas que tañen por la humanidad son (la mayoría de ellas, por lo menos) como las campanas del ganado alpino; las llevamos fijadas a nuestro cuello, y será culpa nuestra si no emiten un sonido alegre y armonioso – H. G. Wells

Para finalizar, Martin Rees se centra en el aquí y ahora del papel de los científicos. Sus obligaciones especiales de las que nos corresponden a todos, como humanos y como ciudadanos preocupados por el mundo que heredarán las generaciones futuras.

Libro: Transhumanismo, Antonio Diéguez, resumen

Libro: Transhumanismo, Antonio Diéguez, resumen

El libro de El Transhumanismo, de Antonio Diéguez, trata la búsqueda tecnológica del mejoramiento humano.

El Transhumanismo es un movimiento filosófico y cultural que preconiza el uso libre de la tecnología para el mejoramiento del ser humano, tanto en sus capacidades físicas, mentales y emocionales como morales. Trascendiendo sus límites actuales con el objetivo de acabar con el sufrimiento, las limitaciones biológicas y vencer al envejecimiento y la muerte.

El Transhumanismo puede poner en peligro las bases de la vida moral, la dignidad y los derechos humanos y encierra supuestos filosóficos discutibles, por lo que es necesario llegar a un acuerdo social.

El posthumanismo, sin embargo, tiene como objetivo final la creación de una o varias especies nuevas a partir de la nuestra.

¿Qué es el transhumanismo?

El poder de una idea

El Transhumanismo es una filosofía de moda; la utopía del momento, puede entenderse como la cosmovisión propia de la época posmoderna, dominada por el culto a la técnica.

Los inicios

Para el Transhumanismo, el ser humano es una entidad manifiestamente mejorable desde el punto de vista físico, psicológico, cognitivo, moral y emocional; y la tecnología puede proporcionar las mejoras que necesita. Se enfrenta a la larga tradición filosófica que ha visto al ser humano como un animal enfermo, con y sin remedio posible, como pensaban Rousseau, Hegel, Schopenhauer, Nietzsche, Lessing, Freud, Unamuno, Ortega y Geghlen.

La Declaración Transhumanista

  1. La humanidad es susceptible de ser afectada profundamente por la ciencia y la tecnología en el futuro. Prevemos la posibilidad de agrandar el potencial humano venciendo el envejecimiento, las limitaciones cognitivas, el sufrimiento involuntario y nuestro confinamiento al planeta Tierra.
  2. Creemos que el potencial de la humanidad se encuentra en su mayor parte sin realizar. Hay situaciones posibles que llevan a condiciones humanas maravillosas y extremadamente valiosas.
  3. Reconocemos que la humanidad se enfrenta a serios riesgos, especialmente debido al mal uso de las nuevas tecnologías. Hay situaciones realistas posibles que conducen a la desaparición de la mayor parte de, si no de todo, lo que consideramos valioso. Algunas de estas situaciones son drásticas, otras son sutiles. Aunque todo progreso es cambio, no todo cambio es progreso.
  4. Es necesario un esfuerzo investigador para entender estos pronósticos. Necesitamos deliberar cuidadosamente cuál es el mejor modo de reducir los riesgos y facilitar las aplicaciones beneficiosas.
  5. La reducción de los riesgos existenciales y el desarrollo de los medios para la preservación de la vida y la salud, el alivio del sufrimiento grave y la mejora de la previsión y de la sabiduría humanas deberían ser promovidos como prioridades urgentes, y ser financiados fuertemente.
  6. El diseño de políticas debe estar guiado por una visión moral responsable e inclusiva, que tome en serio tanto las oportunidades como los riesgos, que respete la autonomía y los derechos individuales, y que muestre solidaridad con y preocupación por los intereses y dignidad de las personas del mundo entero. Debemos también considerar nuestras responsabilidades hacia las generaciones futuras.
  7. Abogamos por el bienestar de todo ser sintiente, incluidos los humanos, los animales no humanos y cualquier intelecto artificial futuro, forma de vida codificada, u otra inteligencia que pueda surgir por medio de los avances tecnológicos y científicos.
  8. Defendemos que se permita a los individuos una amplia elección personal acerca de cómo llevar sus vidas. Esto incluye el uso de técnicas que puedan desarrollarse para ayudar a la memoria, concentración y energía mental. y, terapias para el alargamiento de la vida; tecnologías para la elección reproductiva; procedimientos criogénicos y muchas otras posibles tecnologías para la modificación y mejora (enhancement) del ser humano.

Modalidades del Transhumanismo

El Transhumanismo es el intento de transformar sustancialmente a los seres humanos mediante la aplicación directa de la tecnología. Una nueva especie mejorada, posthumana y descendiente de nuestro linaje, pero mucho más avanzada sería el Homo excelsior.

Una corriente transhumanista juega con la idea de la inmortalidad mediante el procedimiento de verter nuestra mente como un mero software en un nuevo hardware, es decir, en una máquina, pero una segunda vertiente del humanismo tecnológico tiene una base biológica, médica, y, sobre todo, farmacológica y genética.

La conquista final del Hombre ha resultado ser la abolición del Hombre – C. S. Lewis

Máquinas Superinteligentes, Cíborgs y el Advenimiento de la Singularidad

Sueños con Robots

Hay tres grandes acontecimientos en la historia. Uno, la creación del universo. Otro, la aparición de la vida. El tercero, que creo de igual importancia, es la aparición de la inteligencia artificial – Edward Friedkin

Hans Moravec afirma que las máquinas podrían alcanzar una inteligencia 1030 veces más potente que la humana, y, aunque la extinción de los humanos no sea segura, su vida queda reducida a una existencia estúpida, como los “Elois” en la novela “La máquina del tiempo” de H. G. Wells.

La Singularidad está siempre cerca

Según Raymond Kurzweil, en el año 2029 una máquina, con una inteligencia igual a la humana, pasará el test de Turing y la Singularidad llegará en torno al año 2045. La civilización humana llegará a su fin y comenzará la Civilización postbiológica, bajo el dominio de las máquinas.

La era del cíborg ha comenzado

El cíborg es quizás el icono más destacado del Transhumanismo, no en vano la ciencia ficción está plagada de cíborgs.

La era del cíborg ha comenzado y no pueden saberse las consecuencias – Yuval Noah Harari

Una charla con mis copias inmortales

En la década de 2030 seremos capaces de introducir nanobots en cerebros humanos vivos y extraer las memorias de la gente que ha fallecido – Raymond Kurzweil

Sin embargo, resulta bastante dudoso si será posible descargar la conciencia en chips de silicio.

El Biomejoramiento: Eternamente Jóvenes, Buenos y Brillantes

La llegada de la biología sintética

La biología sintética emplea ordenadores para el diseño y la modelización de los biosistemas mediante herramientas matemáticas o computacionales, con el fin de realizar la estandarización de los componentes aislados o biobricks.

El objetivo sería llevar adelante la artificialización y ortopediazacción de la naturaleza, hasta el punto máximo. La biología sintética convertiría esta nueva naturaleza racionalizada y modelada, a medida y gusto del ser humano.

La biología sintética facilita que los humanos se beneficien de todos los genes del reino de los seres vivos, en lo que Robert Nozick denomina «Supermercado genético».

Atendiendo a los matices y a los argumentos

La técnica CRISPR/Cas9 puede corregir el ADN de las células que tienen algún tipo de error genético, pero también tiene la capacidad de producir bebés a la carta. Debemos comenzar ya el debate de los diseñadores de bebés.

La naturaleza humana no tiene la respuesta

Se abre el complicado debate de si se está jugando a ser Dios con las técnicas de diseño y manipulación genética y también sobre la propia naturaleza humana y las consecuencias de su mejoramiento.

Algunos cabos sueltos

El mejoramiento humano podría ser beneficioso, pero resulta muy complejo y peligroso. Además, interferir en la naturaleza humana compromete, en gran medida, su moralidad, y además, la Eugenesia laissez-faire podría estar dirigida por un conjunto de valores sociales dudosos.

Hay que saber qué desear

¿Por qué no Ortega?

Para Ortega y Gasset, la técnica ofrece una apertura de nuevas posibilidades, pero para hacer la vida humana, cada uno la suya. El bienestar es una necesidad fundamental y para satisfacerla la técnica resulta imprescindible.

La metáfora Orteguiana del Centauro ontológico postula que hay un conjunto de propiedades esenciales e intangibles que se podrían denominar naturaleza humana. Un ser humano natural es un ente tan imposible como un ser humano artificial.

Hombre, técnica y bienestar son, en última instancia, sinónimos – José Ortega y Gasset

La crisis de los deseos como signo de nuestro

Según Zygmunt Bauman, la Vida líquida es la forma que han adoptado los proyectos vitales sin objetivos definidos y permanentes que forjamos hoy en las sociedades contemporáneas más desarrolladas. La Flexibilidad es una estrategia de supervivencia social, de esta manera solo hay una regla “Toda figura debe ser reconfigurable”.

Afinar en las distinciones es imprescindible

En el pensamiento filosófico de Orteguiano, el Hombre es una entidad infinitamente plástica. Es inestable y debe hacerse a sí mismo. Nuestra especie necesita auto fabricarse para llevar a cabo, en libertad, la realización de un proyecto vital auténtico.

Conclusiones: Enfriando las Promesas

También los fines importan

Si el mejoramiento genético se convirtiera en una tecnología completamente segura, aún tendríamos problemas graves de costes y beneficios, como la protección de los más débiles para que no solo se defiendan las prioridades de una minoría. También tendría que ser aceptable desde una perspectiva democrática.

El desarrollo tecnológico debiera definirse por una Ciencia forense de los deseos, en función de motivos, fines y una visión bien definidos.

La inmortalidad, pero menos

Aunque casi nadie desea morir en un momento determinado, no implica que no se quiera morir nunca y vivir para siempre. La inmortalidad plantea dilemas prácticos y morales impredecibles y muy complicados de valorar.

El «negocio de las promesas»

La Ciencia fáustica, que somete a la naturaleza sin límites, en busca de financiación para registrar patentes, está sustituyendo a la Ciencia proteica que valoraba más el conocimiento en sí mismo.

La investigación en biología sintética recurre al «negocio de las promesas», pero todavía tiene problemas y peligros graves como el bioterrorismo y la más que posible liberación de organismos sintéticos creados en el laboratorio en el medio ambiente.

Es necesario un debate profundo en torno a la biología sintética por parte de todos: la comunidad científica, los gobiernos y la sociedad civil.

H. G. Wells  «Nuestra verdadera nacionalidad es el género humano»

H. G. Wells «Nuestra verdadera nacionalidad es el género humano»

El 21 de septiembre, 1866 nació H. G. Wells, para el que todas las etiquetas se quedan cortas: escritor, novelista, historiador, filósofo y «Padre de la ciencia ficción».

La lista de sus principales obras lo dice todo: La máquina del tiempo, El hombre invisible, La isla del doctor Moreau, La guerra de los mundos o Los primeros hombres en la Luna.

H. G. Wells se adelantó a todo el mundo con sus viajes en el tiempo, la invisibilidad, los experimentos genéticos, la guerra extraterrestre, los viajes espaciales y predijo, de alguna manera, la llegada de Internet en World Brain, una serie de ensayos sobre una «Enciclopedia Mundial» gratuita, con recursos de información universales, a disposición de todos los ciudadanos para contribuir a la paz mundial.

La Máquina del tiempo

Por delante de las manipulaciones genéticas y demás delirios científicos Frankesnsteinianos de La isla del Doctor Moreau, me atrevo a situar La Máquina del tiempo como su obra más certera e inquietante. La ciencia ficción de H. G. Wells transformó la concepción que sus contemporáneos Victorianos tenían sobre el tiempo y los viajes en el tiempo.

H. G. Wells fue capaz de asomarse al futuro para explorar ese territorio desconocido, poblado por dos razas humanas muy distintas: “Elois”, criaturas bellas e inocentes, que habitan la superficie de nuestro planeta sin preocuparse por nada. En el lado oscuro, los subterráneos y perversos “Morlocks”, augurando un futuro bastante distópico y tenebroso para nuestra especie.

Biografía de H.G. Wells

Imagen © Wikipedia https://commons.wikimedia.org/

Los accidentes de coche serán tan escasos como los aéreos

Los accidentes de coche serán tan escasos como los aéreos

Los accidentes de coche serán tan escasos como los aéreos (Publicado en Expansión, Feb.-2017).

Los siniestros protagonizados por vehículos autónomos serán tan escasos como en la actualidad lo son los accidentes aéreos. Cuando, por desgracia, se produzca uno, será portada destacada en las noticias, como sucede ahora con los aviones.

El vehículo pilotado seguirá el camino del caballo

Si la primera revolución industrial jubiló al caballo y lo convirtió en un objeto destinado al ocio y las actividades festivas, relegándolo al deporte del hipódromo, en breve, el coche con volante correrá la misma suerte. Tanto coches, como motocicletas, solo se pilotarán en eventos deportivos, dentro de circuitos cerrados.

Cuando aparecieron los primeros vehículos a motor, algunos pensaron que era un gran avance, porque iban a desaparecer de las calles los antihigiénicos excrementos de cuadrúpedo (10kg/día por cabeza). Los actores entre bastidores se deseaban Mucha mierda, con la esperanza de que los carruajes de los espectadores se agolparan en la puerta del teatro, con sus correspondientes montoneras de boñigas.

El estiércol desapareció finalmente de las calles, pero el tiro salió por la culata, la combustión de carbón, petróleo y gas natural a escala industrial lleva consigo, como todos sabemos, la polución y el cambio climático que sufrimos en la actualidad.

Las de-generaciones de los conductores suicidas

Cuando en el futuro se enteren de que a más de 100km/h, cruzábamos el carril, enfrentándonos a los vehículos que venían en dirección contraria para adelantar, simplemente, nadie lo creerá, pensarán que es una leyenda urbana o que pertenecíamos a una generación de pilotos kamikazes, o más bien, una de-generación de irracionales conductores suicidas.

Nuestra irresponsabilidad al volante hacía necesarias campañas de concienciación como Si bebes, no conduzcas o Ponle freno. El coche autónomo hará innecesaria todas las campañas de la DGT, aunque el dúo lúdico festivo volante-alcohol deja todavía millares de víctimas.

El cambio climático se hace más evidente cada día y hemos escapado por poco del holocausto nuclear, cuya amenaza todavía pende sobre nuestras cabezas.

Como apuntaba H. G. Wells, «La civilización es una carrera entre la educación y la catástrofe»

A estas alturas resulta evidente que tenemos la mala costumbre de desarrollar tecnologías que están muy por delante de nuestra competencia para gestionarlas con sensatez y cordura.

Es muy doloroso para los que hemos perdido familiares y amigos en la carretera, pero si toda generación piensa que la generación anterior son unos dinosaurios anticuados y la posterior niñatos ignorantes, la nuestra, sin duda, se lleva la palma.

En un futuro, no demasiado lejano, la conducción humana será considerada una temeridad y se prohibirá sin contemplaciones ante la amenaza evidente para conductores y transeúntes. Es posible que ninguna compañía de seguros se comprometa a cubrir semejante disparate fuera de pistas acondicionadas para la conducción pilotada.

El fin del coche con conductor cuenta con sorprendentes paradojas, los centros hospitalarios dedicados a trasplantes (de los que en España es líder mundial) ya empiezan, en sus cálculos, a descontar a los fallecidos en accidente de tráfico como principales donantes de órganos.

Adiós al tótem de cuatro ruedas del siglo XX

La obsolescencia del vehículo con volante acaba con uno de los grandes iconos del siglo XX. Después de la caída del comunismo, se contaba en tono de chiste que «El marxismo habría funcionado de no ser por los coches». Aunque pueda sonar a guasa, el camarada Stalin prohibió el filme Las uvas de la ira (John Ford, 1940) porque hasta lo más miserables Okies de los dust bowls disponían de un vehículo para emigrar a California, mientras en la extinta URSS las cosas eran muy diferentes. Más allá del telón de acero se ponían rojos, pero de envidia, al ver los flamantes modelos a estrenar cada temporada y el desenfrenado estilo de vida occidental.

El automóvil ha sido más que un utilitario, algo más que una máquina de quemar combustible fósil. Es el legendario tótem mitológico de nuestra civilización, símbolo de clase y estatus, independencia y libertad de una era.