El 29 septiembre, 1547 nació Miguel de Cervantes, conocido por el sobrenombre de «El príncipe de los Ingenios», fue un novelista, poeta, dramaturgo y soldado («El manco de Lepanto», batalla en la que resultó tullido de la mano izquierda).
Miguel de Cervantes es universalmente conocido por haber escrito El Quijote (El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha), ampliamente considerada como la primera novela moderna y el libro más editado y traducido de la historia (solo superado por la Biblia). Sus continuos equívocos y ambigüedad sientan las bases de la narrativa moderna.
Don Quijote de la mancha
El Quijote parodia sus contemporáneas novelas de caballerías en la construcción de una especie de «road movie», cuyo protagonista interpreta la realidad según sus propios principios, en una búsqueda delirante que no proporciona una moraleja ni un fin claro.
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor – Miguel de Cervantes
La novela El Quijote puede ser interpretada con múltiples lecturas y puntos de vista, según las diversas interpretaciones y el nivel de profundidad social, político y psicológico que se desee alcanzar.
Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama – Miguel de Cervantes

Al margen de la consabida dicotomía entre el espíritu idealista de Alfonso Quijano y la figura materialista de Sancho, quien mantiene los pies en la tierra, El Quijote plantea otros muchos planteamientos morales y filosóficos.
En el episodio donde libera a los condenados a galeras, por ejemplo, el protagonista opta por el perdón en vez del castigo, rechazando el papel de los verdugos y todo sufrimiento humano al margen del delito.
Dios hay en el cielo, que no se descuida de castigar al malo ni de premiar al bueno, y no es bien que los hombres honrados sean verdugos de los otros hombres – Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXII
Miguel de Cervantes permaneció casi cinco años en el cautiverio en Argel (1575-1580), conocedor de lo que son las mazmorras, sabe valorar como pocos lo que es la pérdida de la libertad.
La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre – Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, Capítulo XXII
La cosmovisión particular de Miguel de Cervantes no resulta demasiado complaciente en lo que se refiere a los imponderables del destino, la suerte y los azares de la fortuna.
Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y sobre todo ciega, y, así, no vee lo que hace, ni sabe a quién derriba ni a quién ensalza – Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, Capítulo LXVI
Miguel de Cervantes también refleja en su Quijote el zeitgeist de su tiempo, cristalizado en las seguidillas que se cantaban en campos y caminos.
A la guerra me lleva mi necesidad.
Si tuviera dineros, no fuera, en verdad
Film Documental: Biografía de Miguel de Cervantes
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